POR QUÉ

Creemos que vivimos en una sociedad excesivamente centrada en la visualidad y bajo el anonimato del paisaje sonoro desarticulamos el signo visual como forma de poder establecido.
 
Llamamos la atención sobre la importancia de la escucha, de una escucha activa.
 
Hace años que muchos espacios institucionalizados sin una programación vinculada a la creación artística viva, han dejado de habitarse por un mero principio de entropía. Por eso, salimos a buscar la vida a la calle, a los lugares independientes.
 
La importancia de estos espacios autogestionados se pone de manifiesto al crear un mediador híbrido que mezcla lo local ajeno con un espacio institucional, para resignificar su identidad vaciada de reminiscencias de lugar, entendiendo lugar desde la perspectiva Heideggeriana del habitar.
 
Planteamos este proyecto como una pieza colaborativa porque queremos desintegrar la figura del artista como individuo para reinsertarla en lo colectivo.